Los países de la Unión Europea empezarán a discutir sobre la creación de un impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los aviones. La propuesta, que llega de la mano de los Países Bajos, quiere poner freno a la proliferación de gases contaminantes. Estos, según un informe de Naciones Unidas, aumentarán el 300% de aquí hasta 2050. Según fuentes comunitarias, el debate está en una fase preliminar y la cercanía de las elecciones indica que será el próximo ejecutivo comunitario quien asumirá la formulación de la propuesta.
La creación de esa tasa es una de las prioridades que los Países Bajos fijaron en el documento que cada año elaboran sobre el Estado de la Unión Europea y que mandaron al Parlamento. El ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, explicará al resto de socios su proyecto, para el que convocará una conferencia internacional el próximo mes de junio. Según fuentes diplomáticas, esa cita ya cuenta con el apoyo al menos de Francia y Bélgica. Los Países Bajos, en principio, no deberían hallar oposición entre varios Estados que ya aplican ese impuesto o bien han legislado al respecto. Entre ellos, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Suecia, Holanda, Dinamarca o Irlanda. En cambio, los países del Este han sido tradicionalmente más reticentes a la legislación comunitaria para reducir las emisiones de dióxido de carbono en turismos, furgonetas y camiones.
El País