Wang Anna, una joven de 28 años que trabaja en Beijing, solía acumular libros usados en cada rincón de su habitación porque tenía llena la estantería, pero ahora tiene una forma de darles nuevo uso.
Wang abrió un puesto en línea en el sitio web de venta de libros de segunda mano kongfz.com hace 4 años, y desde entonces ha vendido más de 100 ejemplares. «Vender mis libros a otros lectores es más ecológico que tirarlos», razona. «Y el valor de los libros se puede maximizar si se pasan a más lectores».
El reciclaje de libros gana popularidad en China, donde florecen los sitios web y las aplicaciones móviles de libros usados. Wang repara a veces, no obstante, en que vender libros en kongfz.com es mucho trabajo, porque tiene que ingresar la información de las obras, esperar a que los compradores las soliciten y luego enviarlas. Yushu, al que se puede acceder en 22bat.com y en la cuenta oficial de la compañía en Wechat, acaba con estos problemas.
El personal de Yushu brinda servicios presenciales y a demanda para recoger libros sin coste. Los libros se venden después con un descuento del 62% en línea y en librerías físicas, o pueden donarse o convertirse en otros productos.
El servicio de logística de Yushu trabaja con una de las principales plataformas de ventas minoristas de China, JD.com, lo que le permite abarcar 344 localidades de China, dijo a Xinhua el fundador de Yushu, Shang Xiaohui. Shang comenzó el proyecto de reciclaje de libros como estudiante universitario en Shanghai en 2013 y fundó Yushu en junio de 2017.
Hasta la fecha, la plataforma ha recogido casi seis millones de libros. El empresario cree que la popularidad de Yushu se debe en parte a la mayor conciencia ambiental de los donantes y a que consideran que los libros pueden ayudar a las personas.