Los inviernos rusos ya no son lo que eran, al menos en Moscú. La capital rusa vive estos días el mes de diciembre más caluroso de la historia. Y no sólo es que las temperaturas no bajen de cero, sino que no hay ni rastro del tradicional manto de nieve que cubre habitualmente sus aceras y parques en esta época del año.
«Este año es realmente único por sus anormales condiciones climatológicas. Muchas plantas hasta se han equivocado de estación», comentó a Efe Antón Dubiniuk, encargado del Jardín Botánico adscrito a la Universidad Estatal de Moscú.
Los termómetros marcan estos días entre 6 y 7 grados por encima de la norma, lo que tiene a los expertos confundidos, a los moscovitas nerviosos y a los niños inquietos ante la posibilidad de unas vacaciones navideñas sin trineo.
Según las previsiones, la temperatura media en diciembre estará ya con toda seguridad por encima de cero – ningún día ha marcado temperaturas negativas – y es muy probable que 2019 sea declarado el año más cálido en 140 años de observaciones meteorológicas (1879).
La especialista del Centro de Meteorología de Rusia Marina Makárova comentó a Efe que en los últimos diez años los inviernos han sido más cálidos y menos nevosos de lo habitual, pero el de 2019 se lleva la palma.
EFE