Los ríos mediterráneos resultan especialmente afectados por el cambio climático, y el contraste de episodios tanto de sequía como de inundaciones, según han coincidido en destacar expertos reunidos en unas jornadas para exponer las investigaciones realizadas en el proyecto europeo Globaqua. En declaraciones a Europa Press, el director del Institut Català de Recerca de l’Aigua (Icra) e investigador del Idaea-CSIC, Damià Barceló, y el investigador del Idaea-CSIC Antoni Ginebreda, han citado el transporte de sedimentos del Ebro como un problema subrayable en episodios de inundación. En esos casos, los sedimentos salen a flote y quedan suspendidos en el agua, contaminando el río y las aguas, han remarcado ambos expertos, que han destacado la necesidad de situar barreras y protecciones en el río para impedir este fenómeno.
En el marco del proyecto de investigación Globaqua ‘Water river management under water scarcity and multiple stressors’, un comité científico internacional liderado por Barceló y por Marianne Köck, de la Agencia Estatal del CSIC, ha llevado a cabo una investigación con 13 centros de investigación de ocho y universidades de ocho países. En el marco del trabajo, han constatado la «complejidad» del problema al existir múltiples factores de estrés que se activan al mismo tiempo y de la misma forma, algo especialmente evidente en el Ebro. Los sistemas hídricos europeos están amenazados por contaminación orgánica e inorgánica, por alteraciones geomorfológicas e invasiones de patógenos que generan situaciones de «multiestrés». Ante esta situación, los investigadores proponen programas y planes de trabajo dirigidos a evitar la dispersión de contaminantes, así como políticas flexibles y adaptables al cambio climático y a la especificidad del río.
ECOticias