En el marco del 21º Congreso Mundial de Ciencias del Suelo, celebrado en Río de Janeiro entre el 12 y el 17 de agosto, y al que asistieron 2.000 científicos, el Director General de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), José Graziano da Silva, instó a los países a mejorar la salud de los suelos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que se encuentra el Hambre Cero, toda vez que más de 815 millones de personas siguen padeciendo hambre y malnutrición, y luchar asimismo contra el cambio climático.
En este sentido, recordó que cerca de un tercio de los suelos del planeta se encuentran degradados, circunstancia que afecta a la producción de alimentos, provocando hambre y malnutrición, aumentando la volatilidad de los precios de los productos, forzando el abandono de las tierras y la migración involuntaria y, por tanto, desencadenando la pobreza. De hecho, el informe que lleva por título “El estado mundial del recurso suelo”, promovido por la FAO, ha identificado las principales amenazas que afectan a las funciones del suelo y que van desde la erosión y el desequilibrio de nutrientes hasta la pérdida de carbono y de biodiversidad, la acidificación, la contaminación, la salinización y la compactación.
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