El ambientalista, Gonzalo Palomino, falleció el pasado 18 de abril, a la edad de 81 años. Palomino fue tal vez uno de los primeros ambientalistas de Colombia. A través de sus clases de ecología en la Universidad del Tolima y de numerosas publicaciones fue de las primeras personas en poner sobre la mesa la conservación del medio ambiente en el país. Por eso, el sector medio ambiental lamentó su muerte este miércoles.
Palomino nació en Chimichagua, en Cesar. Su infancia transcurrió a orillas de la Ciénaga de Zapatosa, en donde la llegada de los patos migratorios de Estados Unidos lo fascinaron desde que apenas tenía cinco años.
«Alguien me contó que ese pato venía de Estados Unidos. Y pensé: ¿por qué se vienen esos verracos patos pa’ los playones de Chimichagua? Descubrí que la Tierra tiene varios climas, que los patos venían de una zona de mucho frío, se quedaban esa temporada y después regresaban. Recibí la revelación de que las plantas y los animales podían ser diferentes. ¡Tenía cinco años y pa’ mí esa vaina era escandalosa!”, le contó en 2011 a El Colombiano.
Así empezó su interés en temas ambientales, que lo llevaron a titularse como ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional. Luego, en 1970, Palomino empezó su carrera docente en la Universidad del Tolima, donde dio cátedra de ecología durante cinco décadas.
Fue en ese sitio donde empezó a publicar el boletín “SOS ECOLÓGICO” junto a los demás integrantes del Grupo Ecológico de la Universidad del Tolima, un pequeño “paquín” en el que estos pioneros del ecologismo empezaron a difundir información sobre el tema.
El también ambientalista colombiano Gustavo Wilches escribió en su blog personal que fue el SOS ECOLÓGICO lo que lo motivó a inclinarse por las ciencias ambientales. “Una primera y rápida hojeada a ese boletín me permitió vislumbrar por dónde iba el camino que debía seguir”, escribió Wilches en abril de 2015.
Más tarde, Palomino coordinó la creación del Observatorio Ambiental de la Universidad del Tolima. Docente y activista, Palomino lideró movimientos contra “la revolución verde” de los años setenta y ochenta, la explotación minera de la paladraga en Ataco, y ayudó a fundar las primeras reservas ecológicas en el Tolima.
Simultáneamente, junto a otros compañeros de la institución, organizó las primeras conferencias sobre Cambio Climático en el país. ”Estas charlas tuvieron mucha demanda por todos los colegios de la ciudad y con ellas celebrábamos el Día del Medio Ambiente», dijo Palomino en 2011, el año en que se convirtió en un colombiano ejemplar.