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El Centro Internacional Roerich de Moscú, que custodia y expone la obra del célebre pintor ruso Nikolái Roerich, fue desalojado por la fuerza el pasado viernes de su sede y ahora teme que la organización estatal que se hizo con el histórico edificio requise toda la colección del museo. A última hora del viernes, fuerzas de seguridad rusas y representantes del Museo Estatal de Oriente -dependiente del Ministerio de Cultura de Rusia- obligaron al personal del Centro Roerich a abandonar la sede de su museo en el histórico palacete Lopujín (siglo XVII), ubicado en el centro de Moscú.

Pese a que la policía precintó el edificio y garantizó su inviolabilidad y la de su colección, «el asalto continuó el sábado, cuando unos 80 miembros de las fuerzas de seguridad, representantes del Museo de Oriente y del Comité de Instrucción (órgano judicial) irrumpieron en el territorio del museo», denunció el Centro Roerich. «Tiene lugar la requisación ilegal de la herencia de los Roerich.

Las fuerzas del orden no sólo incumplieron su promesa de proteger» el museo, «sino que ayudan al robo» de su colección, añade la nota difundida por el Centro, que goza de estatus de órgano consultor del Consejo Económico y Social de la ONU. El Ministerio de Cultura explicó a medios rusos que el desalojo del Centro Roerich tiene como fin preservar el palacete Lopujín, declarado monumento arquitectónico nacional. Al mismo tiempo, el Museo Estatal de Oriente le ganó recientemente al Centro Roerich una larga disputa en los tribunales por el derecho a ocupar el valioso edificio.

El Centro Internacional Roerich se constituyó a finales de 1991, en plena desintegración de la Unión Soviética, y heredó la custodia de la extensa colección artística que había regalado dos años antes a la URSS Sviatoslav Roerich, hijo de Nikolái Roerich. Hasta entonces, la colección era gestionada por el Fondo Soviético Roerich, creado expresamente para ese propósito y que dejó de existir en 1991, cuando el Centro Roerich, fundado por iniciativa de varias organizaciones rusas y extranjeras, ocupó su lugar pese a las dudas en torno a sus legítimos derechos para hacerlo.

Ya en 1993, el Gobierno del primer presidente ruso, Borís Yeltsin, cedió la custodia de la colección y del palacete Lupujín al Museo de Oriente, pero la decisión fue anulada por el Tribunal Supremo de Arbitraje luego de una denuncia del Centro Roerich. Quince años más tarde, en 2008, el Gobierno ruso volvió a la carga contra el Centro con una primera demanda judicial para desalojar al Centro Roerich del palacete.

El pasado 20 de marzo, tras años de pleito, el Tribunal de Arbitraje de Moscú satisfizo finalmente las pretensiones del Museo de Oriente, aunque sólo en lo relativo a la ocupación de la sede del museo. El filósofo, pintor, escritor, expedicionario y arqueólogo ruso Nikolái Roerich -nacido en San Petersburgo en 1874 y fallecido en la India, en 1947- pintó más de 7.000 lienzos y escribió más de 30 obras literarias

 


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