Los primeros barcos de crucero híbridos del mundo, pensados para explorar las frágiles regiones polares sin contaminar demasiado, van tomando forma en Noruega, un importante paso para volver más verde un sector a la zaga en materia medioambiental. Los buques «Roald Amundsen» y «Fridtjof Nansen» (bautizados como los ilustres exploradores noruegos) despliegan su silueta negra, roja y blanca al pie de las colinas en los astilleros navales de Kleven, en Ulsteinvik (oeste).
En el interior de sus imponentes cascos, decenas de obreros acondicionan unos buques que, según las promesas de su propietario, reducirán las emisiones un 20% respecto a un barco clásico. «Nuestra ambición es llegar a cero emisiones», explica a la AFP Daniel Skjeldam, director general de la empresa Hurtigruten, especializada en cruceros de exploración, sobre todo en el Ártico y la Antártida.
AFP