Científicos se han inspirado en la biología para diseñar una pila de combustible con materiales más baratos (cobalto) y un compuesto orgánico (quinona) que transporta electrones y protones. En una pila de combustible tradicional , los electrones y protones del hidrógeno se transportan de un electrodo a otro, donde se combinan con oxígeno para producir agua. Este proceso convierte la energía química en electricidad. Para generar una cantidad significativa de carga en un periodo de tiempo suficientemente corto, se necesita un catalizador para acelerar las reacciones.
En este momento, el mejor catalizador en el mercado es el platino, pero tiene un alto precio. Esto hace que las pilas de combustible sean caras y es una de las razones por las cuales solo hay unos pocos miles de vehículos con combustible de hidrógeno actualmente en las carreteras de Estados Unidos. La profesora de Química de UW-Madison Shannon Stahl, que dirigió el nuevo estudio en colaboración con Thatcher Root, profesor de Ingeniería Química y Biológica, dice en un comunicado que los metales menos costosos pueden usarse como catalizadores en las pilas de combustible actuales, pero solo si se usan en grandes cantidades. “El problema es que cuando se conecta demasiado catalizador a un electrodo, el material se vuelve menos efectivo –dice–, lo que conduce a una pérdida de eficiencia energética”.
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