La amplia biodiversidad de Panamá la ha llevado a ser hogar de infinidades de especies nativas y ruta de animales migrantes.
Entre octubre y noviembre de este año, en el corregimiento de Almirante en la provincia de Bocas del Toro, se reportó un total de 1,992,193 rapaces migratorias, lo cual provee nueva información sobre la distribución de las especies, su abundancia y estacionalidad.
Chelina Bastista, directora de ciencias de la organización Adopta Bosque Panamá, recalcó que sólo cuatro otros sitios en el mundo contabilizan alrededor de 2 millones de aves rapaces al año: Veracruz, México; Kèköldi, Costa Rica; Cerro Ancón, Panamá y Eilat en Israel.
Erick Núñez, jefe del departamento de biodiversidad del Ministerio de Ambiente destacó que muchas aves viajan miles de kilómetros, en su recorrido se detienen en ciertas áreas a descansar y alimentarse. En el caso de Panamá, posee ecosistemas óptimos para su arribo, por ende es de vital importancia conservar estos espacios, sobre todo, las áreas que están en costas y áreas de manglares.
A principios de octubre de 2021, Karl Bardon, un experimentado contador de gavilanes de Duluth, Minnesota en Estados Unidos, aceptó la invitación del Hotel Bocas Ridge en Almirante para realizar un monitoreo de la migración de rapaces de otoño en el sitio. Luego, investigadores de la Asociación ADOPTA Bosque Panamá y voluntarios de las comunidades locales de Bocas del Toro se unieron, para capacitarse con miras a continuar el monitoreo a largo plazo.
Las observaciones se enviaron a la Base de Datos “HawkCount” de la Asociación de Migración de Gavilanes de Norteamérica (HMANA, por sus siglas en inglés), para que puedan ser analizadas por la comunidad científica internacional.
Es importante destacar que millones de aves, incluyendo gavilanes, gallinazos, halcones, elanios y otras aves rapaces migran entre Norteamérica y Suramérica cada año. El estrecho istmo de Panamá actúa como un embudo para estas aves migratorias, ocasionando que converjan aquí tres de las principales rutas de migración norteamericanas, causando que se observen concentraciones excepcionalmente grandes de rapaces. Esto representa una oportunidad de investigación única y un potencial ecoturístico y educativo impresionante.
Con relación a esto, el director de la Autoridad de Turismo de Panamá, Iván Eskildsen, expresó que con esto se ve la importancia de otra área, el corregimiento de Almirante, Bocas del Toro, como uno de los cinco sitios a nivel mundial con migraciones de más de un millón de aves rapaces. Agregó que Panamá reconoce el enorme potencial económico del turismo y sus oportunidades, sobre todo para la generación de beneficios en pro de la conservación cultural y ecológica y para el empoderamiento de las comunidades.
“El interesado en aviturismo puede adentrarse en uno de los puntos más reconocidos para la observación de aves en el planeta en el Camino del Oleoducto, Parque Nacional Soberanía, a tan solo unos 20 minutos de la ciudad. Solo por mencionar uno de aproximadamente 30 áreas de avistamiento dentro de la Ruta Patrimonial que hemos denominado “Aves en el Paraíso” dentro del Plan Maestro de Turismo Sostenible 2020 – 2025”, agregó el director.
En tanto, Guido Berguido, biólogo y director ejecutivo de la organización, recalcó que resulta muy positivo que personas de las comunidades locales, incluyendo voluntarios de la etnia Ngäbe y Naso, participen de este tipo de actividades de investigación, ya que es clave para que se empoderen de la información, se beneficien directamente y conserven su patrimonio natural.
Fuente: MiAmbiente