El iPhone 7, la última versión del popular teléfono inteligente del gigante estadounidense Apple, debutó  en el mercado chino con aglomeraciones en las tiendas de la empresa de la manzana mordida, modelos agotados y reventas poco disimuladas.

A pesar de que sólo los que habían encargado previamente a través de internet el dispositivo podían recogerlo en los establecimientos de Apple en China, se formaron largas colas de clientes a la espera de hacerse con su teléfono.

Centenares de personas se aglomeraban a las puertas de las tiendas antes de su apertura y las colas seguían existiendo ya avanzada la tarde, aunque en esta ocasión fueron menos multitudinarias que en anteriores lanzamientos por el sistema de reserva previa.

La tienda de Apple del céntrico centro comercial Sanlitun Village de Pekín estaba  más abarrotada que de costumbre por quienes hacían cola para recoger los terminales que habían encargado y por otros potenciales consumidores que se agolpaban alrededor del mostrador que exhibía la edición 7 del iPhone, el más solicitado.

Apple ya advirtió que, debido a la gran expectación que había despertado la última generación de su familia de teléfonos, las existencias de algunos de sus modelos se habían agotado en el periodo de reservas, que se abrió el pasado día 9.

«Ya no quedan (iPhone) 7 Plus en negro brillante, se han agotado. Es el más buscado», corroboró a Efe una dependienta de la tienda del Sanlitun Village.