Varias investigaciones habían intentado modificar genéticamente a los lagartos para poder entender posteriormente la herencia biológica de los mismos. Sin embargo, los científicos no lo conseguían debido a que las técnicas actuales para dicha transformación no servían para estos animales. La metodología que se suele emplear para la modificación de genes se basa en inyectar reactivos de edición genética CRISPR-Cas9 en los óvulos recién fertilizados. Pero esta técnica no se podía utilizar en reptiles porque los lagartos tienen una fertilización interna, lo que impide conocer el momento en el que se produce y hace imposible manipularlo desde fuera.
Un nuevo trabajo, publicado en la revista Cell Reports, lo ha conseguido mediante un proceso diferente y han descubierto que los lagartos anolis (Anolis carolinensis) pueden trasferir a sus descendientes los alelos de albinismo editados genéticamente. Los investigadores, liderados por la Universidad de Georgia (EE UU), centraron sus estudios en este lagarto para investigar su regulación genética, ya que estos animales han experimentado varios episodios de especiación en las islas del Caribe –aparición de diferencias entre dos especies próximas, que provoca su separación definitiva y evoluciona en especies distintas–, muy parecidos a los pinzones de Darwin de las Galápagos.
“Con la modificación de genes podemos identificar qué diferencias hay en sus secuencias de ADN para conocer qué cambios contribuyen a la aparición de nuevas especies”, indica el autor del trabajo. Esto ayudaría a entender cómo los cambios en las secuencias de los seres humanos pueden dar lugar a defectos en nuevos nacimientos.
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