Por si fuera poco, una de las principales causas de la contaminación del aire –la quema de combustibles fósiles– también está detrás de la crisis climática que pone en peligro el planeta en el que vivimos. El problema de la contaminación del aire es una crisis en sí misma, pero es una crisis que podemos resolver. Y somos muchas las personas que a lo largo del mundo estamos actuando contra ella. Te contamos tres formas de ganar esta batalla:
1. Acabar con el carbón
Cualquier combustible fósil es malo, pero el carbón es el peor. Cuando se quema, emite más dióxido de carbono (CO2) que el petróleo o el gas para generar la misma energía, lo que agrava el calentamiento global.
2. Menos coches y más limpios
Casi todos los coches funcionan con combustible fósil, ya sea diésel o gasolina. Y, al igual que sucede con el carbón, quemar combustible nos sale caro. Los coches diésel y gasolina emiten CO2 y otros gases que nos afectan gravemente. Entre ellos, el dióxido de nitrógeno (NO2) que sale de los tubos de escape es una de las sustancias que más daña nuestra salud. Pero hay otras formas de moverse que nos permiten prescindir del coche.
3. Trabajar juntas por un aire limpio
Podemos vencer a la contaminación atmosférica si trabajamos de forma unida. Victorias como estas han sucedido porque muchas personas se unieron para exigir cambios:
- En Bélgica, padres y madres se movilizaron para reducir la contaminación de sus colegios, y ahora Bruselas ha decidido prohibir los vehículos diésel y gasolina en 2030 e invertir más en transporte público y vías ciclistas.
- En España, decenas de iniciativas han surgido en todo el país para cambiar el modo de consumir energía eléctrica en nuestros hogares, ayuntamientos y empresas hacia modos más sostenibles y respetuosos con el planeta gracias a las energías renovables.
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