El establecimiento de un plan de acción a fin de enfrentar los contagios de COVID-19 y dengue que se han producido en las últimas semanas en el Centro Penitenciario Nueva Esperanza en Colón, fue el resultado de la reunión interinstitucional efectuada entre la Regional de salud y el Ministerio de gobierno.
Se han detectado unos 13 privados de libertad con COVID-19, por lo que se han reforzado el uso de mascarillas, repelentes de mosquitos y nebulización para evitar el contagio de dengue, entre otras medidas de bioseguridad.
De acuerdo con Edgar Coto, director regional del MINSA, es preocupante lo que se está experimentando en estos momentos en el centro penitenciario desde finales de noviembre, el brote que se dio en octubre de dengue a lo que se ha sumado ahora los casos positivos de COVID-19, que pudiese determinar en declarar nuevamente una cuarentena dentro del mismo.
“Esta situación se produce debido al hacinamiento existente en este centro reclusorio en donde ya hay unos 2 mil 500 detenidos y donde las condiciones sanitarias son deprimentes a pesar del esfuerzo que hace la administración del mismo por poder enfrentar la situación”, sostuvo el galeno.
Actualmente el pabellón 1 en donde hay un total de 193 privados de libertad es el que mantiene el contagio, sin embargo, no es posible determinar si hay más contagios debido a la renuencia de los detenidos de realizarse la prueba de hisopado y de ser atendidos.
Fuente: MINSA