Hace un par de meses me sorprendió la noticia de la trasformación del prestigioso Zoo de La Ciudadela en la ciudad de Barcelona. Los motivos que se alegaban era dedicar el recinto a fauna de esa comunidad. Algunas personas no son partidarias de la existencia de estas instalaciones, quizás por desconocimiento de la importancia de su labor en la conservación de muchas especies. Los zoos, cooperando como una superestructura, conservan la genética de muchas especies en peligro de extinción.
Gracias a los zoos y a la reproducción en cautividad podemos seguir admirando a muchos animales que se extinguieron en la libertad y gracias a los zoos han retornado nacidos en cautividad a la naturaleza.
El País