¡Camparte en tus Redes Sociales!

Se veía venir. El Año Murillo (se conmemora el 400 aniversario del nacimiento del pintor sevillano) iba a dar mucho de sí. No solo por las exposiciones programadas y las nuevas publicaciones que están viendo la luz. También, como se esperaba, crecen Murillos como setas en el mercado . Hay inflación . Los especialistas en el pintor reconocen que sus teléfonos no dejan de sonar y sus correos electrónicos están inundados: todos tienen un Murillo en el salón de casa.

Hoy mismo la sala de subastas Ansorena de Madrid ha anunciado que va a sacar a la venta el próximo 6 de marzo un «San Pedro penitente», de Murillo (ca. 1675) –óleo sobre lienzo original sin reentelar, de 121 por 105 centímetros–, cuyo precio estimado oscila entre 350.000 y 450.000 euros . Se trata de una obra inédita de Murillo (nunca se ha expuesto), procedente una colección privada en Onteniente (Valencia) y una de las cuatro que han sido incorporadas recientemente a su corpus pictórico por Benito Navarrete en el libro «Murillo y las metáforas de la imagen».

En conversación telefónica, éste recordaba ayer a ABC cómo lo descubrió : «Fue de manera casual, en la sala Ansorena, en mayo o junio del año pasado. Estaba apilado en la pared con otros cuadros. Los dueños los habían llevado para expertizarlos. Éste estaba atribuido a Ribalta . Les pedí estudiarlo. No tengo ninguna duda de que es un Murillo, y de una calidad soberbia ». Habrá quien vea con suspicacia la aparición en el mercado de obras recién atribuidas. ¿Hay connivencia entre especialistas, coleccionistas y casas de subastas? Navarrete entiende que haya esas sospechas:«A mí no me gusta que salgan a la venta obras justo después de atribuirlas, pero los dueños siempre tuvieron la intención de venderlo. Solo les pedí un favor: que no lo hicieran hasta que yo publicara el libro».

En su estudio, compara la obra con otros «San Pedro» de Murillo . Como el que pintó en los años 1650-55, conservado en el Museo de Bellas Artes de Bilbao , en el que ve «una inconfundible influencia de José de Ribera, aunque con la suavidad y ternura propia del maestro sevillano». O el «San Pedro penitente de los Venerables» (hacia 1670-1675), encargado por el canónigo Justino de Neve, donado a la Iglesia del Hospital de los Venerables y expoliado durante la invasión napoleónica. También lo compara con un dibujo realizado hacia 1670, de la colección del British Museum . Afirma Navarrete que el «San Pedro penitente» que ahora aparece en el mercado sería «una versión posterior a la de los Venerables, de gran calidad y fechable hacia 1675 por su factura más vaporosa y suelta y que, a pesar de ser la versión más tardía conocida, mantiene todavía la influencia de Ribera y la utilización de códigos naturalistas de sus primeras obras».

 


¡Camparte en tus Redes Sociales!