Tailandia tiene solo hasta marzo del año 2015 para tomar medidas que detengan definitivamente el tráfico ilegal de colmillos de elefante en sus fronteras o enfrentará severas sanciones de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES), reunida esta semana pasada en Ginebra (Suiza). Se espera que el país, según el resumen informativo de la 65ª reunión del Comité Permanente del CITES, haga las modificaciones de ley pertinentes para controlar el tráfico de marfil que alimenta la caza furtiva de paquidermos adultos y deja huérfanos y sin cuidado a sus crías.

La meta es detener, asimismo, el trasiego de colmillos procedentes de otros países de la región que no son signatarios de CITES.

La organización mundial para la conservación de la naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) publicó en su página web una nota de respaldo a la decisión de CITES y de la delegación de Estados Unidos, que denunció la falta de compromiso de las autoridades tailandesas desde 2013, durante la 64ª reunión del Comité Permanente, celebrada en Bangkok, cuando se identificó la debilidad de la normativa tailandesa para controlar tanto a furtivos como a traficantes.

Según Leigh Henry, consejero de WWF en la reunión, ‘a lo largo de África y Asia se sacrifican elefantes para alimentar el mercado ilegal de marfil con la complicidad de países como Tailandia que permiten que el negocio se mantenga’.

Las sanciones que podría enfrentar Tailandia, si no se somete a la recomendación de CITES, contemplan restricciones en la exportación de flores ornamentales y plantas exóticas, como las orquídeas, o de pieles de reptiles que se comercializan con cuotas. @crisolfm