Ciudad de Guatemala (EFE).- Decenas de familias guatemaltecas se vistieron de luto tras el accidente de un autobús extraurbano que perdió el control en el norte de Ciudad de Guatemala, se desplomó por un barranco y cayó a un río de aguas residuales, dejando al menos 51 muertos reportados hasta la noche del lunes, muchos de ellos trabajadores y estudiantes que se dirigían a la capital.

“Mis sobrinas salieron a las cuatro de la mañana desde San Antonio La Paz, venían a la ciudad a estudiar, salí corriendo de casa una hora después de que sucedió el accidente, ahora las acabo de identificar”, indicó a EFE Rosa García, una mujer de 60 años que perdió al menos tres familiares en el accidente.

Al igual que García, decenas de personas entre llanto y lamentos acudieron a una morgue provisional que las autoridades guatemaltecas montaron en una casa del asentamiento de Jesús de la Buena Esperanza, aledaño al lugar donde el bus se accidentó.

De acuerdo con Bomberos Voluntarios, el bus se pasó un semáforo en rojo, colisionó con otros dos vehículos particulares y posteriormente se precipitó por un barranco a 60 metros de altura y quedó volcado sobre el río Las Vacas, un caudal de aguas negras de la ciudad.

Las víctimas del accidente del autobús en Guatemala

Entre las 51 víctimas mortales contabilizadas se encontraban dos trabajadores del Organismo Legislativo, varios comerciantes y estudiantes de primaria y diversificado que cada mañana salían desde sus comunidades del noreste del país para estudiar en la capital.

Pese a la magnitud del siniestro, al menos 20 personas lograron salir con vida, aunque con heridas de gravedad.

Las tareas de rescate duraron más de cinco horas, el cuerpo del piloto de la unidad fue el último en ser rescatado, debido a que quedó atrapado entre el motor y el volante del autobús y los bomberos tuvieron que acudir a una grúa para poder retirarlo.

Unos 50 elementos del Ejército de Guatemala y otros 60 bomberos se encuentran trasladando en grupos de siete a los cuerpos desde la profundidad del barranco hasta un salón comunitario del asentamiento que está siendo utilizado como morgue provisional.

El Ministerio Público (Fiscalía) informó que hasta el momento 25 de las víctimas mortales han sido identificadas y el Registro de ciudadanos ofreció extender de forma gratuita el certificado de defunción a los familiares.

En el lugar de la tragedia habitan unas 500 personas en extrema pobreza sin acceso a agua potable y no todas las viviendas cuentan con electricidad. Los vecinos del lugar aportaron café, alimentación y espacios de descanso para los cuerpos de socorro.

Además, ciudadanos particulares y algunas empresas acudieron al lugar con bolsas de comida y agua para apoyar a las personas destacadas en las tareas de rescate y reconocimiento de las víctimas.