Tras permanecer recubiertos durante siglos por el hollín de los cirios y después por los andamios de la restauración, los mosaicos de la Basílica de la Natividad en Belén muestran de nuevo todo su esplendor, justo antes de Navidad.
Durante 15 meses, 125 m2 de los 2.000 m2 de mosaicos originales, dibujados en la época de las Cruzadas entre 1154 y 1169, fueron minuciosamente limpiados y restaurados. El resto desapareció, carcomido por el tiempo, la falta de mantenimiento, la humedad, los terremotos y las guerras. Los fragmentos restaurados brillan ahora en los muros blancos, sobre la cabeza de los visitantes, transfigurando este sitio del cristianismo construído en una gruta en donde, según los cristianos, María dio a luz a Jesús.
AFP