Ben Barbaud, el director de uno de los festivales de metal más importantes de Europa, el francés HellFest, asegura que todos los festivales están esperando nuevas prolongaciones del confinamiento por orden gubernamental para poder cancelar por causa de fuerza mayor, y así poder cobrar el seguro.
Pero según ha podido saber este periódico, la situación no sería exactamente así para la gran mayoría de festivales en España. Una fuente de la industria de la música en vivo asegura que al menos en nuestro país, «el pasado mes de enero las compañías de seguros añadieron el coronavirus como cláusula para no cubrir cancelaciones, para el 99 por ciento de los festivales», lo cual dejaría a sus organizadores en una situación complicadísima si quisieran cancelar en lugar de aplazar. ABC ha podido confirmar que una de las grandes promotoras de festivales trató de negociar la adición de esta cláusula a principios de año, «pero las compañías de seguros no quisieron».
Sympathy for the Lawyer, un bufete de abogados especializado en música, explica que hay que comprobar cómo está redactada la póliza, especialmente el apartado de exclusiones. «Si se excluye expresamente una causa de epidemia o fuerza mayor con una definición que encaje en la situación actual, el seguro no lo cubre». Lógicamente, las nuevas pólizas firmadas a partir de ahora incluyen claramente una exclusión por coronavirus, «por lo que no habrá duda que este tipo de cancelación no estará cubierto». Pero lo sorprendente es que las compañías de seguros ya tenían las espaldas cubiertas con este asunto desde enero, cuando nadie se imaginaba este escenario ni por asomo.
Esta cuestión, que sin duda es uno de los grandes desafíos para la industria de la música, aún no ha sido abordada en profundidad por el ministro de Cultura y Deporte, cuya comparecencia de este martes es calificada de «muy decepcionante» por la Asociación de Promotoras Musicales, APM.
Por esto, el aplazamiento es el único salvavidas para los agentes de esta industria en estos momentos. Según Sympathy for the Lawyer, el público no está obligado a aceptar una nueva fecha y puede solicitar la devolución de la entrada. Pero a la vista de los hechos no parece probable que lo consigan, ya que si el evento se aplaza, no hay obligación de devolver el importe.
Con el dinero recaudado con la venta de entradas, los festivales cubren el cincuenta por ciento del caché de los artistas (la otra mitad se paga una vez realizada la actuación), la publicidad, el acondicionamiento de los recintos y otros gastos previos a la celebración del evento. Es un dinero ya gastado que no pueden recuperar, de forma que si se viesen obligados a devolver el importe de las entradas por la crisis sanitaria, sin la cobertura de un seguro, la promotora quedaría en una terrible situación financiera o iría a la quiebra en caso de las menos poderosas. Este mismo miércoles, un colectivo de profesionales del sector ha hecho un llamamiento al público para que “no devuelva sus entradas” y apoye así a este gremio tan castigado por la pandemia.
Fuente: ABC