La cuarta erupción del volcán de Fuego de Guatemala en lo que va del año ha descendido su actividad, pero las autoridades mantuvieron la alerta por la posibilidad de que las lluvias arrastren material volcánico y provoquen el descenso de lahares.
El portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), David de León, manifestó a medios internacionales que la fase eruptiva, que empezó el viernes, se encuentra ahora ‘dentro de los parámetros normales’, debido a que durante la noche bajaron ‘considerablemente las explosiones’.
Sin embargo, durante la madrugada de ayer se observaron remanentes de flujo de lava en dirección a las barrancas Ceniza, Taniluyá y Santa Teresa que ‘disminuirán e irá desapareciendo en las próximas horas’.
Debido a esta actividad, las autoridades evacuaron a 30 personas de la comunidad Sangre de Cristo que en la mañana de ayer habían regresado a sus viviendas sin que reportasen daños ni en esta aldea ni en otras aledañas, como Panimaché 1, Panimaché 2, El Porvenir, Yucales y Santa Sofía, todas de Yepocapa, Chimaltenango.