La sensación de que la vida va a cambiar por bastante tiempo empieza a asentarse entre nosotros.

Para aplanar la curva del brote de covid-19 numerosos países han adoptado medidas radicales de distanciamiento social.

Se insta u obliga a las personas a autoaislarse en casa.

En muchos países las escuelas están cerradas. Lo mismo ocurre con teatros, cines, bares y restaurantes. Se recomienda no viajar, ya sea por ocio o por trabajo. Las fronteras se cierran.

La mayoría de las personas asumen que todas estas medidas para combatir el virus son temporales y que en algún momento -en dos, seis o quizá doce meses- la vida volverá a la normalidad.

Hasta cierto punto, eso puede ser verdad. Pero muchos cambios puede que sean permanentes.

Los sistemas sociales, ya sean economías completas u organizaciones individuales, son muy difíciles de cambiar.

Con el tiempo, las empresas se convierten en estructuras complejas y burocráticas, con tantas rutinas arraigadas que son casi imposibles de modificar.

Las economías también siguen una trayectoria determinada y generalmente se resisten a los cambios radicales. En su lugar, siguen un camino que a menudo está marcado por un pequeño acontecimiento o accidente histórico.

Pero en tiempos de una crisis profunda, se abre una ventana de oportunidad al cambio.

A veces, esta ventana de oportunidad se maneja a propósito para cambiar el curso de acción.

Por ejemplo, tras el desastre de Fukushima de 2011, la canciller alemana, Angela Merkel, decidió, sin pensárselo demasiado, que Alemana dejara de apoyarse en la energía nuclear.

En otros casos, los cambios revolucionarios ocurren casi por accidente, como fue el caso de la caída del Muro de Berlín.

La investigación en ciencias sociales ha observado desde hace tiempo que el cambio sociopolítico a menudo sucede en explosiones repentinas: un sistema social permanece estable por un largo período de tiempo hasta que una sacudida externa lo altera y pone en marcha una nueva trayectoria.

El coronavirus puede ser esa sacudida externa que redefina en su esencia algunas áreas de cómo vivimos nuestra vida.

En lugar de simplemente recuperarnos y volver a como estábamos antes del coronavirus, algunos cambios pueden ser para siempre.

En tres áreas de nuestra vida económica, los cambios producidos por el coronavirus pueden ser más duraderos de lo que se piensa.

1. Viajes de negocios

Los viajes de negocios a menudo se consideran esenciales para el éxito de las organizaciones y la eficacia de su gestión.

No hay duda de que los encuentros cara a cara ayudan a construir relaciones y confianza, que son cruciales para que un proyecto tenga éxito.

Pero ahora que las empresas y otras organizaciones se ven forzadas a reducir radicalmente o detener los viajes de negocios, quizá se den cuenta de que no son tan esenciales después de todo, siempre que encuentren alternativas que funcionen.

Ahora que los empleados se apoyan en llamadas a través de Skype o Zoom en lugar de volar por todo el planeta para conocerse en persona, quizá se den cuenta de que las videoconferencias son una buena alternativa: más flexible, más amigable con su vida familiar y más sostenible para el medio ambiente.

Los jefes, mientras tanto, ven la posibilidad de reducir gastos drásticamente.

Así que, en el futuro, quizá veamos una cantidad de viajes de negocios significativamente más baja.

2. Trabajo remoto

Los diversos arreglos para trabajar de forma flexible están cada vez más extendidos.

Pero un trabajo prolongado desde casa se considera nocivo para los individuos porque tienden a trabajar más horas.

También tiene sus inconvenientes para las compañías, porque eleva los costos de coordinación y se pierden algunas ventajas cruciales de estar físicamente presentes, como la construcción de relaciones y de un espíritu de equipo.

Por estas razones, antes de la crisis sanitaria había señales de que el espacio clásico de la oficina física vivía una suerte de renacimiento: algunos de los pioneros del trabajo remoto llamaron a sus empleados de vuelta a la oficina.

Ahora que el trabajo remoto es una necesidad, tanto los jefes como los empleados tendrán que desarrollar capacidades y averiguar cómo hacerlo de forma efectiva.

Los individuos serán forzados a crear nuevas rutinas, y las empresas tendrán que encontrar la forma de crear espacios online para que los colegas interactúen fuera de las reuniones formales.

Las buenas relaciones en el lugar de trabajo son fundamentales para la innovación y la resistencia de una organización. Queda por ver qué puede actuar como una “máquina de café virtual”, el lugar donde los colegas se encuentran, cotillean e innovan.

El coronavirus quizá nos fuerce colectivamente a mejorar en el trabajo remoto, lo que puede emerger como una alternativa viable a trabajar en oficinas en el centro de la ciudad.

3. Alteración de la industria

Muchos sectores industriales ya estaban en un proceso de cambio significativo antes de la llegada del coronavirus.

Las medidas adoptadas para luchar contra el brote acelerarán estos cambios sísmicos.

Los servicios de streaming, por ejemplo, amenazan el modelo de negocio establecido de la creación y distribución de contenido, y Amazon se está convirtiendo en un superagitador de una gran variedad de industrias.

La economía del “quédate en casa” que requiere el coronavirus acelerará de forma dramática el cambio de lo viejo a lo nuevo, lo que hará que las preguntas en torno a la concentración del mercado y la posible necesidad de regulación sean todavía más importantes.

El cambio llegará tanto del lado de la oferta como del de la demanda. Un creciente número de personas empezarán a usar estos servicios, los disfrutarán y se convertirán en fieles clientes. Y la oferta también cambiará. Los tradicionales serán debilitados y quizá se queden sin negocio, y los agitadores continuarán invirtiendo desde una posición reforzada.

En otros sectores el cambio será igualmente dramático y posiblemente para bien.

Por ejemplo, la educación superior ha sido lenta en la transición hacia la enseñanza online, pero ahora que el sector se ve forzado a ofrecer módulos en línea, las universidades probablemente no volverán al status quo previo.

Hay grandes oportunidades en la educación online, en términos de nuevos mercados para estudiantes y una oferta más barata.

Mapa del coronavirus: propagación global, 26 de marzo de 2020

Esta visualización se basa en datos periódicos de la Universidad Johns Hopkins y puede que no refleje la información más actualizada de cada país.

Total de casos confirmados Número total de muertes
487.985 22.038
Casos Muertes
China 81.782 3.291
Italia 74.386 7.503
EE.UU. 69.092 1.043
España 56.188 4.089
Alemania 39.502 222
Irán 29.406 2.234
Francia 25.233 1.331
Suiza 11.291 171
Reino Unido 9.529 465
Corea del Sur 9.241 131
Holanda 6.412 356
Bélgica 6.235 220
Austria 6.001 42
Canadá 3.404 35
Noruega 3.191 14
Portugal 2.995 43
Australia 2.810 13
Israel 2.666 8
Brasil 2.563 60
Suecia 2.554 64
Turquía 2.433 59
Malasia 2.031 23
Dinamarca 1.851 34
República Checa 1.775 6
Irlanda 1.564 9
Luxemburgo 1.333 8
Japón 1.307 45
Ecuador 1.211 29
Chile 1.142 3
Pakistán 1.106 8
Polonia 1.085 14
Tailandia 1.045 4
Rumania 1.029 17
Finlandia 915 5
Arabia Saudita 900 2
Indonesia 893 78
Rusia 840 3
Grecia 821 23
Islandia 737 2
Crucero Diamond Princess 712 10
Sudáfrica 709
Filipinas 707 45
India 694 14
Singapur 631 2
Panamá 558 8
Estonia 538 1
Qatar 537
Eslovenia 528 5
Argentina 502 8
Croacia 481 1
Perú 480 9
México 475 6
Colombia 470 4
Egipto 456 21
Bahréin 419 4
República Dominicana 392 10
Serbia 384 1
Líbano 368 6
Irak 346 29
Emiratos Árabes Unidos 333 2
Argelia 302 21
Lituania 290 4
Armenia 290
Nueva Zelanda 283
Hungría 261 10
Taiwán 252 2
Letonia 244
Bulgaria 243 3
Eslovaquia 226
Marruecos 225 6
Uruguay 217
San Marino 208 21
Kuwait 208
Costa Rica 201 2
Andorra 188 1
Bosnia y Herzegovina 185 3
Macedonia del Norte 177 3
Albania 174 6
Túnez 173 6
Jordan 172
Ucrania 156 5
Vietnam 153
Moldavia 149 1
Burkina Faso 146 4
Islas Feroe 140
Chipre 132 3
Malta 129
Reunión 115
Brunéi 114
Kazajistán 109
Omán 109
Venezuela 106
Senegal 105
Sri Lanka 102
Camboya 96
Azerbaiyán 93 2
Bielorrusia 86
Afganistán 84 2
Cisjordania 84 1
Costa de Marfil 80
Georgia 77
Camerún 75 1
Guadalupe 73 1
Kosovo 71 1
Ghana 68 4
Montenegro 67 1
Martinica 66 1
Uzbekistán 65
Trinidad y Tobago 60 1
Cuba 57 1
Honduras 52
Mauricio 52 2
República Democrática del Congo 51 3
Liechtenstein 51
Puerto Rico 51 2
Nigeria 51 1
Kirguistán 44
Bangladesh 44 5
Paraguay 41 3
Ruanda 41
Bolivia 39
Guam 37 1
Mayotte 36
Mónaco 31
Guernsey 30
Guayana Francesa 28
Kenia 28
Gibraltar 26
Jamaica 26 1
Isla de Man 25
Polinesia Francesa 25
Guatemala 24 1
Togo 23
Madagascar 19
Aruba 19
Barbados 18
Islas Vírgenes Estadounidenses 17
Isla de Jersey 16
Nueva Caledonia 14
Uganda 14
Tanzania 13
Maldivas 13
El Salvador 13
Zambia 12
Etiopía 12
Mongolia 11
Isla de San Martín 11
Dominica 11
Yibuti 11
Guinea Ecuatorial 9
Islas Caimán 8 1
Haití 8
Surinam 8
Seychelles 7
Bermudas 7
Gabón 7 1
Namibia 7
Níger 7 1
Groenlandia 6
Laos 6
Benín 6
Antillas Holandesas 6 1
Guyana 5 1
Fiyi 5
Mozambique 5
Bahamas 5
Siria 5
Vaticano 4
Eritrea 4
Cabo Verde 4 1
Congo 4
Esuatini 4
Guinea 4
Antillas Holandesas 3
Zimbabue 3 1
Santa Lucía 3
Angola 3
Liberia 3
Sudan 3 1
República Centroafricana 3
Nepal 3
Mauritania 3
Gambia 3 1
Chad 3
Antigua y Barbuda 3
San Bartolomé 3
San Cristóbal y Nieves 2
Somalia 2
Belice 2
Guinea-Bissau 2
Nicaragua 2
Bhután 2
Mali 2
San Vicente y las Granadinas 1
Montserrat 1
Timor Oriental 1
Papúa Nueva Guinea 1
Libia 1
Granada 1

Fuente: Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EE.UU.), autoridades locales

El cambio ocurre en ráfagas y el coronavirus puede constituir una sacudida externa crucial que transforme partes de nuestras vidas.

Aunque creamos que los cambios actuales a nuestra vida son temporales, es posible que sean permanentes.

Fuente: The Conversation