Los restos de un primate prehistórico que vivió en las alturas de los Andes hace 20 millones de años y que era tan pequeño que podría caber en una mano está ayudando a los científicos a aprender más sobre cómo evolucionó el cerebro humano.

En un estudio publicado el miércoles en la revista estadounidense Science Advances, investigadores en China y Estados Unidos utilizaron imágenes de alta resolución para examinar el único cráneo fosilizado conocido del extinto Chilecebus, un mono del Nuevo Mundo que corría por los bosques de las montañas antiguas, alimentándose de hojas y frutas.

Un hallazgo clave: el tamaño del cerebro de los primates, que se suponía que había aumentado progresivamente con el tiempo, ahora parece haber seguido un camino más indirecto. Los primates se dividen ampliamente en dos grupos: del Viejo Mundo, del que descendieron nuestras propias especies, y las especies del Nuevo Mundo de América y Oceanía.

AFP