MADRID, (EUROPA PRESS) –

 

Las autoridades de Puerto Rico han informado este martes de que la cifra de muertes por el paso del huracán ‘Fiona’ por la isla ha ascendido ya a 21, lo que supone cinco decesos más que los notificados hasta el sábado.

El Gobierno ha indicado que otros trece posibles casos siguen “bajo investigación” y ha detallado que siete de las muertes se han producido de forma “indirecta” debido a las malas condiciones de infraestructuras, que habían “contribuido a que se produjera la muerte” ante un desastre natural, según informaciones del diario ‘El Nuevo Día’.

Los datos del Gobierno muestran las dificultades a las que se enfrentará Puerto Rico para recuperarse del huracán nueve días después de que paso por la zona. El ciclón tocó tierra el 18 de septiembre sobre las 15.20 entre Lajas y Cabo Rojo, por lo que las zonas del sur y el oeste de la isla son las más afectadas.

Miles de puertorriqueños continúan sin servicio de agua potable y suministro eléctrico, incluso en algunas zonas del norte, donde los daños son menores. El consorcio estadounidense-canadiense de energía eléctrica LUMA estima que el 33 por ciento de los clientes en el sur y este de la isla siguen sin luz, si bien el 67 por ciento ya tiene suministro.

La región más afectada por los apagones sigue siendo Ponce, con solo el 29 por ciento de energía eléctrica. Por detrás se encuentran Mayagüez, Arecibo, Caguas, San Juan y Bayamón.

En total hay 26 hospitales y centros médicos sin suministro, por lo que se encuentran operando con generadores eléctricos. No obstante, el lunes el hospital de Coamo se quedó sin generadores tras una semana sin luz.

Asimismo, los alcaldes de los municipios de Naguabo, Adjuntas y Salinas han denunciado carecer de suministro eléctrico a causa del huracán, por lo que han criticado duramente a la empresa debido a la falta de información y la lentitud a la hora de restaurar el sistema.

Por otra parte, la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados de Puerto Rico estima que un 13 por ciento de los abonados carece de agua potable –unas 172.000 personas–.

Actualmente hay cerca de 200 personas en refugios e instalaciones a lo largo de toda la isla, según datos del Departamento de Vivienda, mientras que la Autoridad de Carreteras y Transportación considera que los daños provocados en una treintena de vías estatales ascienden a 35,3 millones de dólares.

 

Fuente: EUROPA PRESS