Atenas instaló su primera estatua de Alejandro Magno, un proyecto que databa de los años 1990, pero que estaba perdido desde entonces en los meandros de la burocracia. Esta estatua ecuestre de bronce de un joven Alejandro, de 3,50 metros de alto, fue colocada en una avenida del centro de Atenas frente a una estatua de Lord Byron. Según el ayuntamiento, la estatua fue terminada en 1972 y adquirida por el Estado griego 20 años después, en un momento en el que los sentimientos estaban particularmente exacerbados ante la reivindicación del nombre de Macedonia por parte de la exrepública yugoslava recientemente independizada.

El alcalde de Atenas, Giorgos Kaminis, insistió en que esta decisión no tenía “nada que ver” con la disputa sobre el nombre de Macedonia. “La decisión de erigir la estatua se tomó en 2015. Esto es simplemente un ejemplo de los retrasos de la burocracia griega”, declaró a la AFP. Las autoridades también tardaron décadas en ponerse de acuerdo sobre dónde ponerla.