La enorme cantidad de desechos plásticos que se hallan cada vez que surfean inspiró a los australianos Andrew Turton y Pete Ceglinski para crear un basurero flotante.

El artilugio, que puede succionar trozos plásticos de diversos tamaños y hasta pequeñas cantidades de combustible, tiene una bolsa de tela que se recoge y se limpia cuando se llena.

Según explican sus creadores, “Seabin” funciona con un sencillo mecanismo que se puede alimentar con energía solar.

La idea es usarlo en puertos y embarcaderos, donde las corrientes y el viento acumulan más residuos.

El llamado Seabin project empezará a distribuirse comercialmente este año.