El año pasado, este país registró una compra de 148 toneladas de productos de este escualo. La organización Oceana Canada estima que 73 millones de tiburones mueren cada año en todo el mundo para obtener sus aletas, la única parte del cuerpo que es consumida.

Desde 1994 está prohibido en Canadá cortarle las aletas a los tiburones. Esta práctica cruel y criticada provoca cada año la muerte de decenas de millones de ejemplares de esta especie. El mes pasado fue aprobado en el Senado de este país una ley en la que se prohíbe la importación y distribución de aletas. La norma entró en vigencia desde el viernes pasado.

Esta decisión fue aprobada luego de que más de 300.000 canadienses firmaran una solicitud, en la que pidieron al Senado de modificar las leyes para declarar ilegal la importación de aletas de tiburón, que son utilizadas para recetas en la cultura culinaria asiática. Canadá se convierte en el primer país del mundo en prohibir estas prácticas.

El Espectador