Las autoridades parisinas se toparon con críticas tras prohibir las chimeneas de leña, al declararlas un riesgo para la salud pública.

La reacción ha sido tal que incluso la ministra de Medio Ambiente francés calificó la medida de “absurda”.

Las autoridades decretaron que a partir del 1 de enero, ninguna casa en París o la región podrá encender chimeneas de leña. Argumentan que un estudio francés mostró que casi una cuarta parte de la contaminación del aire de la capital proviene de ellas.

Cientos de deshollinadores de la ciudad están poniendo en duda la interpretación de esos datos.

Meriadec Aulaunier, del gremio de deshollinadores GCCP, argumenta que si bien las chimeneas ensucian el aire de la ciudad, los parisinos únicamente utilizan sus chimeneas unas cuantas veces al año, especialmente durante las fiestas de fin de año.

La ministra de Medio Ambiente, Segolene Royal, manifestó al canal France-2 que ella preferiría que se cambie la decisión, que calificó de “excesiva” y “ridícula”.