Al menos 158.894 hectáreas de bosques fueron deforestadas el año pasado en Colombia, un 19,2 % menos que las 197.159 hectáreas destruidas en 2018, un daño que tuvo lugar principalmente en la Amazonía.

“En el reporte que entregábamos el año pasado teníamos un descenso de deforestación del 10 %. En el año 2019 la cifra de deforestación bajó un 19,2 %”, afirmó la directora general del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), Yolanda González, en una rueda de prensa.

La funcionaria explicó que estas cifras reflejan “las acciones políticas que se han venido desarrollando” y el quiebre de “la tendencia” negativa de deforestación que tenía el país en los últimos años.

En ese sentido, manifestó que el país tenía una tendencia de deforestación muy alta, especialmente en 2017 con 219.973 hectáreas que lo convirtieron en “uno de los años pico de la deforestación en Colombia”.

DESTRUCCIÓN POR REGIONES

La situación más complicada del país la tiene la Amazonía, en donde en 2018 fueron destruidas 138.176 hectáreas, equivalentes al 70 % del total de la superficie afectada de Colombia.

Sin embargo, el año pasado las hectáreas destruidas en la Amazonía fueron 98.256, afirmó el coordinador para el Sistema de Monitoreo de Bosques del Ideam, Edersson Cabrera.

“Este número de 2019 resulta ser menos que la concentración del 2018 cuando la Amazonía concentraba un porcentaje más alto de la deforestación”, añadió el funcionario, y precisó que esa región ahora tiene el 62 % del total de superficie deforestada del país.

La segunda región más afectada es la Andina, que pasó de 28.089 hectáreas deforestadas en 2018 a 25.213 el año pasado, principalmente en el Catatumbo, una convulsa zona montañosa ubicada en la frontera con Venezuela que es además la región con más cultivos de coca del país.

La Orinoquía pasó de 12.073 hectáreas destruidas en 2018 a unas 8.513 el año pasado, agregó la información.

Las principales causas de la deforestación en Colombia, explicó Cabrera, son la “praderización, que es la conversión de áreas de bosque húmedo tropical” a “nuevas áreas de pasto dedicadas a la ganadería”, y las zonas de cultivos ilícitos.

También mencionó como otras razones “la implementación de malas prácticas de ganadería extensiva”, la extracción ilegal de minerales, el “desarrollo de infraestructura de transporte no planificada y sin permisos”, la ampliación de la frontera agrícola en áreas no permitidas y la tala de árboles con fines comerciales.

Fuente:  EFE