La concentración media diaria de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera alcanzó en abril un nivel récord de 415 partes por millón (ppm), un valor histórico que no se alcanzaba desde hace 3 millones de años, es decir, antes de que el hombre habitara la tierra. El dato se ha alcanzado en el Observatorio de Vigilancia Atmosférica de Izaña, en Tenerife, durante el mes de abril y, además, el observatorio de Mauna Loa (Hawai, Estados Unidos) alcanzó también a principios de mayo este récord. El dato confirma la tendencia de aumento en la atmósfera del volumen de CO2, un gas de efecto invernadero que agrava el cambio climático.

El director del Centro de Investigación Atmosférica de Izaña de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Emilio Cuevas, ha subrayado a Europa Press que el ritmo de crecimiento interanual se ha acelerado un 30 por ciento en los últimos 35 años, ya que en 1984, cuando en Izaña empezaron a medir las concentraciones de CO2 el incremento interanual era de 1,8 ppm y en la actualidad, el aumento es de 2,3 ppm.

“Esto es relevante porque significa que la concentración en la atmósfera de este gas que produce el calentamiento se está acelerando y de momento estamos lejos de cualquier descenso, ya que está aumentando de forma espectacular”, ha advertido Cuevas. A este ritmo prevé que el año que viene, en 2020, se superarán las 418 partes por millón de CO2 y desea que “ojalá” en 2050 comience a observarse a nivel mundial “al menos una estabilización” o que no siga aumentando al mismo ritmo. “La mera estabilización sería ya un logro muy importante. Que cada año no suba es un reto”, ha insistido.

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