Con una inversión de 5 millones de dólares, el Instituto Costarricenses de Electricidad anunció que comprará 100 carros eléctricos, tipo sedán, con los cuales sustituirá los vehículos con motores convencionales.

Los recursos los aportaría el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

La flota será integrada en 2018 y, junto a los vehículos, se adquirirán 100 cargadores, que se conectarán en las noches para asegurar la disponibilidad de la flotilla durante el día así como para incentivar el uso eficiente de la energía.

Las marcas y modelos se determinarán mediante licitación pública. El proveedor deberá ser un distribuidor establecido en Costa Rica, que se comprometerá a ofrecer los vehículos en el mercado nacional y a instalar talleres especializados abiertos al público.

La presidenta de la organización no gubernamental Costa Rica Limpia, Mónica Araya, opinó que esta decisión del ICE tendrá un efecto demostrativo importante. “Estos 100 carros, que no contaminan, ayudarán a romper mitos respecto a estas tecnologías, además de que generarán ahorros mensuales en gasolina y diésel”, comentó la promotora del transporte eléctrico en el país.

 A su juicio, la decisión de comprarlos envía un mensaje a otras entidades públicas, pues las compras del Estado que se hacen con los impuestos que pagamos los costarricenses deberían favorecer los vehículos cero emisiones y ayudar a mejorar la calidad del aire.