Un equipo internacional de investigadores ha descubierto en el norte de Myanmar una nueva especie de dinosaurio del tamaño y aspecto de un colibrí a partir de un cráneo atrapado en ámbar hace 99 millones de años. El cráneo, bien conservado, mide solo 7,1 mm de longitud, lo que indica que el ejemplar tenía un tamaño similar al del colibrí abeja, el ave viva más pequeña del mundo, que pesa apenas 2 gramos. La nueva especie puede ser el dinosaurio del mesozoico más diminuto registrado hasta la fecha.

Oculudentavis, como ha sido bautizado, ha sido estudiado con sincotrón de alta resolución. Su nombre refleja sus llamativas características. El cráneo, que muestra un patrón único de fusión entre diferentes elementos óseos, está dominado por una cuenca ocular grande similar al ojo de un lagarto. La cuenca del ojo tiene una abertura estrecha y solo deja entrar una pequeña cantidad de luz, lo que indica que el dinosaurio tenía hábitos diurnos.

Además, sus mandíbulas contienen una gran cantidad de dientes afilados. Cada una de ellas habría albergado unas treinta piezas en total, lo que sugiere que Oculudentavis, pese a ser una miniatura, era un depredador. Probablemente, se alimentaba de pequeños artrópodos o invertebrados, a diferencia de las aves modernas de tamaño similar, que no tienen dientes y toman néctar como sustento.

 

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