Los océanos cubren dos terceras partes de la superficie de la Tierra, contienen las nueve décimas partes de los recursos de agua y el 90% de la biomasa viviente del mundo.

Esta masa acuática es la fuente primaria de alimento para más de 3 mil millones y medio de personas.

El istmo de Panamá tiene el privilegio de contar con dos océanos. En el norte, el Atlántico, y en el sur, el Pacífico. Una particularidad de la que pocos países del continente y del mundo pueden gozar.

 ‘Para garantizar la salud de nuestras comunidades y de las generaciones futuras es imprescindible que cuidemos los océanos con la misma intensidad que ellos cuidan de nosotros’, indicó las Naciones Unidas en su página web, en el marco de la celebración del Día Mundial de los Océanos.

El organismo internacional señala que algunas actividades humanas, como la pesca ilegal, las prácticas de acuicultura insostenibles, la contaminación marina y la destrucción del hábitat y de las especies exóticas, tienen un impacto negativo sobre los océanos y los mares, del mismo modo que el cambio climático y la acidificación de los océanos.

Según información de Naciones Unidas, la contaminación por plástico representa una grave amenaza porque degrada los océanos muy lentamente y sus efectos perduran en el tiempo. Además, daña la salud de los animales y organismos acuáticos, que confunden las partículas de plástico con comida.

‘Los científicos igualmente están estudiando el impacto de este tipo de contaminación en los humanos’, señaló el organismo.

Desde la antigüedad, los océanos han representado un recurso económico vital para el desarrollo humano.

Se estima que cerca del 90% del comercio internacional se transporta por mar.

Es importante indicar, que el 29% de la producción mundial del petróleo viene de los océanos.

Además, el turismo de playa y los cruceros son una importante fuente de ingresos para muchos países de la región, sobre todo, las pequeños naciones insulares en desarrollo.