Un dron sobrevuela la playa de Lloret de Mar, donde unas cuerdas de colores marcan las franjas reservadas para cada grupo de edad. Con la pandemia controlada, los destinos costeros españoles se preparan para un verano conviviendo con el virus.

El objetivo es “encontrar el equilibrio entre que la gente esté cómoda y relajada y al mismo tiempo sea un entorno seguro”, explica Jaume Dulset, alcalde de este municipio de 37.000 habitantes a 70 kilómetros de Barcelona, en la Costa Brava.

Coincidiendo con el inicio del verano y la reapertura de fronteras españolas, el ayuntamiento presentó un plan para dar tranquilidad a los turistas tras unos meses en los que España apareció como un importante foco del virus, con más de 28.300 fallecidos.

Sus principales playas, habitualmente repletas en verano, están divididas por franjas de edad. Unas cámaras con sensores detectan el nivel de ocupación de cada zona que se comunicará a los ciudadanos por una aplicación.

También han reforzado el personal municipal para advertir conductas inadecuadas, y utilizarán un dron para detectar aglomeraciones y avisar con un mensaje pregrabado de la necesidad de mantener las distancias de seguridad.

Incluso tienen preparado un sistema para reservar espacios en la playa que, por el momento, no pondrán en marcha.

“Ojalá tengamos que hacerlo, será un bendito problema”, dice el alcalde de este municipio, esperando que, como cada año, lleguen muchos turistas, sobre todo franceses e ingleses.

 

Fuente:  AFP