Cuando Lorenzo Viotti dirige la orquesta de Salzburgo frente a una privilegiada audiencia en el Grobe Universitatsaula, el hecho de que tenga tan solo 25 años pasa a segundo plano: la pasión que imprime en cada movimiento se siente como la de un director experimentado y, perderse dentro de cada pieza ejecutada de forma magistral por la orquesta, es inevitable.

El mes pasado Viotti fue uno de los tres destacados directores de orquesta jóvenes que participaron del Nestlé Young Conductors Award , un evento que en paralelo al popular Festival de Música Clásica de Salzburgo , Austria, busca premiar a talentosos directores de orquesta con un concurso que desde 2010 atrae cientos de aplicaciones alrededor de Europa.

El concurso, dirigido a premiar a músicos menores de 35 años, este año contó con tres finalistas cuya edad no superaba los 25. Ellos fueron Viotti , suizo con raíces italianas; la lituana Giedre Slekyte y el checo Jiri Rozen . 

Le decisión se tomaba presentando un enorme reto ante los jóvenes directores: cada uno tendría la oportunidad de dirigir a la orquesta de Salzburgo , con la que ensayaron arduamente tan solo una semana antes, durante un concierto de tres piezas destinadas a demostrar, ante un jurado internacional, su capacidad interpretativa.

El primer concierto estuvo a cargo de Slekyte, que con estudios musicales con maestros de la talla de Johannes Prinz, Bernard Haitink y Mario Venzago, se encargó de la dirección de poderosas piezas como Meridionale de Osvaldas Balakauskas,  Lo ti lascio, oh cara, addio de Mozart y la Sinfonía No. 1 de Ludwig van Bethoven.

Rozen, el más jóven del grupo con 24 años recién cumplidos, fue ambicioso en su elección. Su concierto incluyó Sinfonía triunfal de Bedrich Smetana, Cosi fan tutte y Vorrei, spiegarvi, oh Dio de Mozart, culminando con la más alta muestra de su rango, la Sinfonía No.4 de Miloslav Kabelac.

Optando por vestir el tradicional frac, aunque dejando de lado la corbata en lazo y llevando el cuello de la camisa abierto, Viotti interpretó, junto a la orquesta, la Sinfonía No.2   de Franz Schubert, Il matrimonio segreto de la ópera de Domenico Cimarosa y Misera, dove son! de  Mozart, la cual, acompañada por la voz de la cantante de ópera Federica Lombardi , electrificó al público.

Viotti, que debutó como director de orquesta en 2013 en Viena y ese mismo año ganó el onceavo Concurso Internacional de Dirección en Cadaqués, España, recibió una ovación de pie y el público, impresionado y delirante, aplaudió hasta sentir la sensibilidad escapársele de las manos.

No hubo duda: Viotti fue premiado como el mejor conductor joven de 2015.