MADRID, (EUROPA PRESS) –

 

El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha rechazado este jueves las denuncias de maltrato vertidas por docenas de sediciosos que permanecen en una prisión de Washington al ser acusados por desacato durante sus juicios por su participación en el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero.

Las autoridades estadounidenses han salido al paso de esta manera de las mediáticas acusaciones de Christopher Worrell, ya una celebridad entre los grupos de extrema derecha, quien ha estado quejándose de sus supuestos problemas de salud desde que entró en prisión.

Según los informes médicos, los fiscales han asegurado que Worrell se habría “inventado” algunas de estas supuestas dolencias, entre ellas haber contraído el coronavirus, una mala cirugía para un dedo roto, o los problemas derivados de un linfoma, del que rechazó asistencia médica, informa la cadena CNN.

“Se le informó de que la cirugía tenía más riesgos que beneficios. A pesar de que alertamos de los riesgos de infección, mal funcionamiento del dedo, dolor, el paciente va más allá de todo razonamiento. Procedimos con extrema precaución, ya que es evidente que había motivos ocultos”, señala uno de estos informes médicos.

Worrell, quien permanece en prisión a la espera de juicio por su implicación en el asalto al Capitolio el 6 de enero, se ha declarado inocente de los cargos de los que se le acusa. Su situación ha sido utilizada por plataformas de ultraderecha para denunciar la supuesta persecución a las que estarían siendo sometidos los seguidores del expresidente Donald Trump.

Además de Worrell, varios acusados por su implicación en aquellos disturbios han protestado por las supuestas condiciones de las que estarían siendo víctimas en una cárcel de Washington, en la que han sido encerrados por delitos de desacato ante el tribunal que les está juzgando por el oprobio del 6 de enero.

En otra audiencia celebrada esta semana en relación a las acusaciones de otro de estos detenidos, el juez Emmet Sullivan ha señalado que está al corriente de algunas de estas dificultades, en especial aquellas relacionadas con cómo los acusados pueden reunirse con sus abogados, pero ha recordado que estos centros son cárceles, mientras que algunos todavía están esperando “servicios de hotel”.

 

Fuente: EUROPA PRESS