En  El mundo de afuera , Jorge Franco  muestra “el punto de quiebre de Medellín , que en un tiempo muy breve y de una forma muy abrupta pasó de ser una ciudad tranquila a convertirse en una de las ciudades más violentas del mundo”.

Esta novela, ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2014 , evidencia cómo a inicios de la década de 1970, “un conflicto de clases, de alguna manera, fue el alimento para que surgiera esa crisis” que trajo consigo el narcotráfico, los secuestros, los sicarios, los homicidios y demás hechos que casi doblegan a una Colombia fragmentada.

Aunque en Medellín se registran “cambios muy positivos y buena parte de la época de terror que sembró Pablo Escobar ha quedado atrás, aún quedan tareas pendientes. Una de las herencias más nefastas que nos dejó esa época fue la mentalidad del dinero fácil. Eso es algo que persiste y que es complicado de erradicar. Sigue habiendo una mentalidad mafiosa en muchos de los habitantes de Medellín y de Colombia, y sigue un narcotráfico que genera violencia y mucha corrupción. Hay una nueva generación que ni siquiera conoció a Escobar ni vivió en esa época tan demencial, y a veces tienden a repetir los vicios, las conductas, como si la sociedad no hubiera aprendido la lección”.

Los personajes clave de El mundo de afuera son Isolda , una niña bien encerrada en un castillo;  Diego, su padre, un hombre rico que reside en una burbuja social y el Mono , un ladrón.

“Algunos de ellos están basados en personajes reales, pues parte de esta historia ocurrió en realidad. Y con algo de esa información los fui construyendo, aunque inyectándoles dosis muy altas de ficción”, indica Jorge Franco.

A Diego y a Isolda los sacó “de la historia acartonada del museo y al Mono quería mostrarlo como un bandido lleno de debilidades y miedos”.