El Museo Reina Sofía y el Festival Internacional de Cine Documenta Madrid rinden tributo al cine experimental de la argentina Narcisa Hirsch con “Entre el cuerpo y lo eterno”, un ciclo que reúne los trabajos más importantes.

Las 15 películas elegidas, que se proyectarán los días 11, 12 y 13 de diciembre en el Auditorio Sabatini del Museo Reina Sofía (gratuito), son ejemplo de los hitos más importantes de la larga trayectoria de la artista, que con más de 90 años sigue activa.

Entre las obras que se podrán visualizar se encuentran “Manzanas”, “Testamento y vida interior” o “Rumi”.

La artista argentina es una figura esencial de la historia del cine experimental latinoamericano, aunque su obra no ha tenido la repercusión que se merece por ser mujer y por encontrarse fuera de los circuitos experimentales oficiales, como son Estados Unidos y Europa.

Las películas han sido seleccionadas por la propia artista y la filmoteca que lleva su nombre. La primera sesión “Filmar la performance” contiene las primeras grabaciones de performances en la calle, en las que Hirsch y otros artistas buscaban una relación distinta con el espectador.

En la segunda jornada se exhibirán una serie de grabaciones bajo el epígrafe “Paisaje y experiencia” que pone el foco en la relación entre el cine de Hirsch y la Patagonia, un territorio que juega un papel esencial en su trabajo.

Por último “Vías del experimental” muestra la clara relación entre el trabajo de la cineasta y distintas corrientes del cine experimental.

La obra de Hirsch pone el foco en cuestiones espirituales y existenciales como el amor, el erotismo, la muerte o el poder femenino. Entiende el cine y la creación como un proceso colectivo, por eso desde sus inicios construyó una fuerte comunidad en torno a su práctica cinematográfica que hoy sigue existiendo.

Hirsch sigue manteniendo encuentros semanales (físicos antes de la pandemia, y por vías telemáticas ahora) con una extensa red de jóvenes cineastas y amantes del cine experimental que se cobijan bajo su figura, señala el museo en una nota.

“La libertad de trabajar con muy poca plata es la libertad de no tener que vender, es la libertad de trabajar casera y artesanalmente, sin grandes equipos ni escenarios. (…) Por eso el cine experimental es un arte subversivo, más que el cine documental o político”, dice la cineasta.

 

Fuente:  EFE