Un equipo científico de Greenpeace ha descubierto elevadas concentraciones de microplásticos durante la expedición que ha llevado a cabo en el mar de los Sargazos, en el Triángulo de las Bermudas, un hábitat crítico para las crías de tortugas y otras especies marinas.

En una de las muestras tomadas, el equipo encontró 1.298 fragmentos de microplásticos, una cifra superior a la que se halló en la gran isla de basura del Pacífico (de actualmente dos veces el tamaño de Francia). El mar de los Sargazos es uno de los cinco giros oceánicos mundiales que acumulan más contaminación por plásticos debido a las corrientes circulantes.

El análisis por infrarrojos realizado a bordo del barco ‘Esperanza’ de Greenpeace -actualmente inmerso en la expedición ‘De Polo a Polo’ para documentar las amenazas que enfrentan los océanos– ha revelado que los microplásticos proceden en su mayoría de botellas y envases de plástico de un solo uso.

“Las hermosas y profundas aguas azules que vemos aquí parecen puras, pero los muestreos de microplástico que hemos realizado cuentan una historia completamente diferente”, ha señalado Celia Ojeda, doctora en Biología Marina y responsable de la campaña de Plásticos de Greenpeace España. “Las tortugas, anguilas y otros animales habitan el mar de los Sargazos, pero ahora ese refugio está amenazado por el plástico”.

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