Ya sea por estrés, travesura o por hambre, dos elefantes sorprendieron esta semana a los visitantes de un parque natural en Tailandia, donde uno de ellos destrozó el local de un restaurante y el otro pisoteó un vehículo.

En el último incidente ocurrido el lunes, un elefante de 30 años llamado “Duan”, que en tailandés significa amputado y hace referencia a la cola cortada del animal, destruyó un pequeño restaurante, incapaz de resistir el aroma de la comida. “Quería sal, azúcar o cualquier condimento.

Le gusta”, manifestó a la AFP Kanchit Srinoppawan, director del parque nacional Khao Yai de Tailandia.

El paquidermo necesita acompañar los 200 kilo de comida que ingiere diariamente con minerales.

Este incidente se produjo luego de que el fin de semana otro elefante pisoteara con sus dos piernas la parte delantera de un coche, que estaba ocupado. Después el animal incluso llegó a sentarse sobre el vehículo.

“Los conductores se detuvieron cuando vieron al elefante y como el elefante no podía cruzar la calle se sintió estresado y pisoteó el vehículo”, afirmó Kanchit.

Las autoridades del parque, que alberga a unos 300 elefantes salvajes, han pedido a los visitantes que tengan cuidado si ven un elefante, especialmente ya que durante la temporada de apareamiento los animales pueden volverse agresivos.