Un grupo de arqueólogos ha descubierto en la región de Macedonia, en el norte de Grecia, una tumba antigua en muy buen estado de conservación, que data de la época en que falleció Alejandro Magno, aunque todavía no se ha confirmado la identidad de quién está enterrado en su interior.

“Estamos muy contentos porque vamos a poder acceder al interior del recinto. Estamos frente a una tumba increíble”, declaró la arqueóloga Katerina Peristeri, al frente de los trabajos de excavación.

El monumento, situado en la antigua ciudad de Anfípolis, es un montículo de 30 metros de alto de entre el 325 y el 300 a.C., que está rodeado por un muro circular de 497 metros, construido con mármol de Tasos, y coronado por la estatua de un león.

Para acceder a la entrada del templo funerario hay un camino de 4,5 metros de ancho custodiado por las estatuas de dos esfinges de dos metros de altura.

También se ha hablado de que podría ser el lugar de descanso de Roxanne, la esposa de Alejandro Magno, o de Alejandro IV, su hijo, ya que tras la muerte del rey, ambos fueron desterrados a Anfípolis y asesinados allí. Una tercera posibilidad es que se trate de algún general del ejército del monarca macedonio.

El primer ministro griego, Andonis Samarás, visitó esta semana el yacimiento arqueológico, junto con su esposa y el ministro de Cutlura, Konstantinos Tasula, y calificó el hallazgo de “extremadamente importante”, al tiempo que felicitó al equipo de expertos que trabaja en él.

Los trabajos en este yacimiento, que comenzaron en 2012, se suspenderán unos días con motivo de la festividad nacional del 15 de agosto y está previsto que se reanuden el lunes. @crisolfm