Un zoológico suizo ha sido el último en sumarse a la polémica sobre el sacrificio de animales. En la ciudad de Berna, el zoo Dählhölzli decidió dormir para siempre a una cría de osezno pardo porque su padre, llamado Misha, mutiló a su hermano hasta matarlo y amenazó con hacer lo mismo con su hermano, al que llamaban Cachorro 4.

Además de sacrificarlo, antes de que lo hiciera su propio padre, el zoo ha decidido disecar al animal y mostrárselo a los niños para que aprendan cuán cruel puede ser la madre naturaleza.

La muerte de esta cría, ha sucedido luego de la indignación que provocó el sacrificio de otra joven jirafa macho (Mario) y cuatro leones en el zoo de Copenhague. Según ha explicado el propio zoo, inicialmente los cuidadores pensaron en no interferir en el comportamiento ‘natural’ de los osos, pero al ver que la madre, Masha, había descuidado al Cachorro 4 y que el padre lo atacó, tuvieron que proceder.  @crisolfm