El escritor chileno Pedro Lemebel, un valiente crítico al régimen militar (1973-1990), que en plena dictadura se presentó en un encuentro de partidos opositores con tacones altos y una hoz pintada en el rostro leyendo su manifiesto “Hablo por la diferencia”, en la que explicó las vivencias de ser homosexual y pobre,  murió de cáncer de laringe, a los 62 años.

En la década de 1980 creó con el artista Francisco Casas el colectivo “Las yeguas del Apocalipsis”, con la que hacía provocadoras interrupciones en actos públicos y exposiciones de arte, y con el que se transformó en un ícono de la contracultura chilena.

En esa misma época abandonó su apellido paterno, Mardones, porque “el Lemebel es un gesto de alianza con lo femenino, inscribir un apellido materno, reconocer a mi madre huacha (sin padres o nacida al margen de un matrimonio) desde la ilegalidad homosexual y travesti”, explicó en 1977.

Exteriorizó su homosexualidad en una época en que el tema era tabú en Chile y donde casi nadie “salía del closet”.”Se va un valiente y talentoso de las letras, Pedro Lemebel.

Se le debe mucho en sacar los temas tabúes, expresó la presidenta del Senado Isabel Allende.”Nos abrió un camino de libertad, rompió el doble estándar y nos obligó a reconocer un Chile complejo y diverso”, dijo la ministra de Cultura, Claudia Barattini.

Estaba internado en un hospital oncológico, donde falleció la madrugada del viernes. Un comunicado del vocero de su familia, Héctor Núñez, dijo que el cáncer “pretendió dejarlo sin voz, pero ¿Quién podría dejar sin voz a Lemebel?. Su voz existe y persiste”.

“De perlas y cicatrices”, 1998. Su primera novela “Tengo miedo torero” apareció en 2001.

En la década de 1990 su fama trascendió las fronteras latinoamericanas y más tarde dictó conferencias en las universidades estadounidenses de Stanford y Harvard y durante una semana completa recibió homenajes en la Casa de las Américas, de La Habana