Aguilar Ponce falleció el pasado 13 de septiembre. Su cuerpo ha dejado de existir, pero su trabajo permanece para continuar su labor, ponderada y docente.

“Era muy sencillo”, afirma el animador cultural y encargado de la Unidad del Plan Nacional de Lectura del Instituto Nacional de Cultura (Inac), Carlos Fong, quien lo recuerda como un artista muy enfocado en sus estudiantes.

Aguilar Ponce se inició en la plástica en la década de 1960. Estudió junto a maestros como Manuel Medina, Juan Manuel Cedeño, Alfredo Sinclair y Carlos Arboleda.

En México realizó una especialización artística y su primera exposición pictórica.

A su retorno a Panamá laboró como docente y posteriormente como director del Instituto Nacional de Artes Plásticas.

Igualmente fue embajador en India y subdirector nacional de educación artística del Inac y en su haber yacen un sinnúmero de exposiciones, premios y representaciones internacionales.

“Era un hombre muy completo y culto”, continúa Fong, aludiendo a su carácter afable y a las largas tertulias que solían sostener sobre el acontecer cultural panameño.

El pintor Luis Olaciregui describe los lienzos de Aguilar Ponce como obras saciadas de creatividad, fuerza y color.