Según un estudio del Instituto de Investigaciones Tropicales Smithsonian (STRI, por sus siglas en inglés) el impacto atmosférico que está provocando el fenómeno de El Niño en algunos países del mundo igualmente está acabando con las lagartijas tropicales de Panamá.

La investigación revela que el 65% del total de la especie Anolis apletophallus que habitaba en el territorio panameño ha desaparecido en la última década, producto del aumento de temperatura que está provocando el fenómeno metereológico en algunas regiones del país. De acuerdo con un censo efectuado en la isla de Barro Colorado, del número de lagartijas que existían en esa región durante los años de 1970 a 1980, actualmente solo sobrevive el 35% de la especie.

‘Las poblaciones de lagartijas fluctúan enormemente de un año a otro’, explicó Jessica Stapley, ex becaria del Smithsonian e investigadora de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido, recalcando que este descubrimiento es el resultado de 40 años de estudio del reptil. La Anolis apletophallus es endémica de Panamá y abunda en la cuenca del Canal.

‘Gracias a una investigación de varias décadas de duración, ha sido posible observar un declive tan drástico’, afirma Stapley, quien analizó los datos recopilados entre los años de 1970 y 2010. En ellos halló que los fenómenos de La Niña y El Niño provocan en los reptiles efectos muy diferentes.

Stapley descubrió que las condiciones climáticas más frías y húmedas del fenómeno de La Niña, por ejemplo, favorecen la reproducción de los reptiles,  incrementando el número de especies. Mientras que el clima cálido y seco, muy característico del fenómeno de El Niño, provoca un declive de la especie. El fenómeno de El Niño es un evento climático que se genera por el calentamiento del océano Pacífico y provoca estragos en el medio ambiente. Se presenta de forma irregular, con ciclos cada 2 a 7 años. ‘Es preocupante el hecho de que la frecuencia y la severidad de El Niño y otras fluctuaciones climáticas parezcan ir en aumento’, indicó Stapley.

En el año 2009, otro estudio de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society,  advirtió igualmente sobre el declive de las lagartijas tropicales de Centroamérica, Suramérica y el Caribe por el calentamiento global. Esto ‘debido a que las lagartijas no toleran mucho las temperaturas más altas y viven en ambientes que ya son cálidos, cualquier calentamiento mayor podría condenarlos’, explicó en ese entonces Raymond Huey, profesor de biología de la universidad estadounidense. Según esta investigación, en 1970 la temperatura media en las selvas tropicales era de casi 27 grados centígrados a 28.6, con un posible incremento de otros 3.5 grados a finales del siglo actual.