El huracán Katia, uno de los tres poderosos ciclones activos en el Atlántico, empezará a moverse rumbo a la costa mexicana esta noche o a primeras horas del viernes, informó hoy el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU.

Katia, de categoría 1, se mantiene estacionaria frente a la costa mexicana donde genera vientos de 130 kilómetros por hora, con rachas de mayor intensidad, y se espera que en las próximas horas inicie un ligero movimiento hacia el suroeste.

En su último boletín, emitido a las 15.00 GMT, Katia se hallaba en aguas del Golfo de México a 345 kilómetros al este de Tampico y 315 kilómetros al nornoroeste de Veracruz.

De esta manera, la zona situada entre Cabo Rojo y Laguna Verde permanece bajo aviso de huracán (paso en 36 horas), mientras que el aviso de vientos con fuerza de tormenta tropical (hasta 118 kilómetros por hora) se ha emitido desde el norte de Cabo Rojo a Río Panuco y del sur de Laguna Verde a Puerto Veracruz.

Los vientos con fuerza huracanada se extienden 16 kilómetros desde el centro del ciclón y los de tormenta tropical se sienten hasta 72 kilómetros, indicó NHC.

Además de los vientos, se prevé una “peligrosa” marejada que podría elevar el nivel del mar de 1,5 a 2,1 metros, situación que vendrá acompañada de “grandes y destructivas” olas.

Los meteorólogos del NHC anticiparon que Katia produzca también acumulaciones de lluvia de 254 a 381 milímetros sobre Puebla, San Luis Potosí, el norte de Veracruz y el este de Hidalgo, aunque advirtieron que podrían registrarse precipitaciones aisladas de hasta 635 milímetros.

Además, se espera que deje acumulaciones 50 a 127 milímetros sobre el sur de Tamaulipas, la zona central de San Luis Potosí, al oeste de Hidalgo, al este de Querétaro y al sur Veracruz hasta el sábado por la noche.

Esta lluvia, alertaron, puede ocasionar inundaciones y deslizamientos de tierra, especialmente en áreas de terreno montañoso.

Katia se formó este miércoles en la cuenca Atlántica, donde también permanecen activos José, también de categoría 1, e Irma, considerado el más poderoso formado en el Atlántico y que ha devastado ya varias islas del Caribe, donde ha dejado un saldo de al menos 11 víctimas mortales.