El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, regresó este miércoles 12 de diciembre a la conferencia climática en Polonia para exhortar a los países a alcanzar un acuerdo, cuando algunos observadores temen que el evento finalice sin haberlo logrado. Al inaugurar la conferencia la semana pasada pidió a los gobernantes que tomen en serio la amenaza del calentamiento global porque es “el problema más grave que enfrentamos”. Pero a medida que la reunión pasaba de los aspectos técnicos a los políticos y los ministros se hacían cargo de las negociaciones, grupos activistas advirtieron sobre la posibilidad de un fracaso en Katowice. Harjeet Singh, de ActionAid International, dijo que los más reacios eran Estados Unidos, Australia y Japón, en tanto la Unión Europea era “un mero espectador”.

“Se necesita una nueva conducción”, dijo Vanessa Pérez-Cirera del grupo ambientalista WWF. “No podemos permitirnos perder uno solo de los 12 años que nos quedan”. Se refería al informe científico reciente de un panel respaldado por la ONU según el cual el calentamiento global promedio solo se detendrá en 1.5 grados Celsius (2.7 Fahrenheit) si se toman medidas urgentes para 2030, lo que incluye una reducción drástica del consumo de combustibles fósiles. El apoyo al informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático provocó divisiones el fin de semana, cuando Estados Unidos, Rusia, Arabia Saudí y Kuwait se opusieron. Jean-Pascal Ypersele, un anterior subjefe del panel, dijo que no importaba que los países aceptaran o no las conclusiones del informe porque los fundamentos científicos estaban claros. “Nadie, ni siquiera las llamadas superpotencias, pueden negociar con las leyes de la física”, afirmó.

 

AP