El año pasado la agencia espacial estadounidense anunciaba su ambicioso proyecto de hacer aterrizar a dos astronautas, un hombre y una mujer, en la Luna en el año 2024, a través del programa Artemis, sucesor del mítico proyecto Apolo. En esta ocasión se pretende que las misiones a la Luna sean más sostenibles económicamente que el costoso programa desarrollado en los sesenta y setenta. Por ello, el objetivo es favorecer misiones de más larga duración, centradas en obtener recursos lunares, y contar con la participación de naciones y compañías privadas.

A causa de todo esto, el plan contemplaba la construcción de una pequeña estación espacial en la órbita de la Luna desde la que se pudiera apoyar las operaciones de los astronautas y robots, y cuyo nombre es Gateway. Sin embargo, esta misma semana Doug Loverro, administrador asociado de la NASA para operaciones y exploración humanas, ha dicho que su agencia ya no cuenta con la Gateway para la misión a la Luna del año 2024, si bien la NASA seguirá trabajando en desarrollarla.

Apuesta por reducir riesgos y costes

Según ha dicho el responsable en « SpaceNews», la NASA ha estado trabajando en reducir los riesgos y costes del programa Artemis para asegurar el objetivo de posarse en la Luna en 2024. Para justificarlo, ha recordado que la NASA tuvo seis años y medio para desarrollar el aterrizador lunar del proyecto Apolo, mientras que ahora solo quedan cinco años para lograrlo.

«¿Qué vamos a hacer para que esto se haga realidad?», se ha preguntado. «La respuesta es que es que tienes que seguir adelante y eliminar todas las cosas que añadan riesgos al programa».

Esto afecta especialmente a todas aquellas actividades y tecnologías que nunca antes se han llevado al espacio. De hecho, ha reconocido que uno de los puntos que más dudas plantea es el sistema de propulsión eléctrica del primer módulo de la Gateway, el llamado «Power and Propulsion Element», puesto que, según Loverro, hay una «alta posibilidad» de que cause retrasos.

La Gateway seguirá adelante

Sin embargo, todo esto no significa que la NASA vaya a renunciar a la Gateway, puesto que seguirá siendo necesaria para las misiones «sostenibles» de más adelante. De hecho, esto es más importante de lo que parece, puesto que para la NASA estas misiones de mayor duración son un campo de pruebas fundamental para desarrollar la tecnología y conocimiento necesarios para preparar el camino a Marte.

«Podemos decir con total seguridad que estará ahí porque hemos logrado que el programa tenga lo que lo llamaría una planificación sólida y realista», ha dicho Doug Loverro.

Sin embargo, también habrá cambios de diseño y simplificaciones en esta estación orbital para reducir algunos sobrecostes que habían aparecido.

La NASA también modificará su estrategia para los aterrizadores lunares, y que hasta ahora se basaba en una nave formada por tres bloques (con un módulo de ascenso, otro de descenso y un módulo de transferencia), que se lanzaban por separado y se ensamblaban en la Gateway. «No hemos hecho eso en el espacio hasta ahora, así que nos gustaría evitarlo», ha recalcado el responsable de la agencia espacial.

Todo el plan de Artemis está por concretarse, en «un futuro próximo», según Loverro, pero ahora todo dependerá en gran medida del presupuesto asignado y de los efectos que tenga la pandemia del coronavirus.

Fuente: ABC