El fotógrafo danés Mads Nissen inmortalizó a Jon y a Alex en una habitación de San Petersburgo, donde el decorado se limita a una cortina color beige oscuro. Uno de los dos hombres, tumbado, cierra los ojos por un momento, mientras el otro, con la mano en su pecho, lo observa.

La instantánea fue tomada como parte de un reportaje, titulado “Homofobia en Rusia”. Según la ONG Human Rights Watch, la comunidad padece cada vez más agresiones, a menudo toleradas e incluso a veces “alentadas” por las autoridades.

Bulent Kilic, un fotógrafo de la Agencia France-Presse, ganó el primer y el tercer premio en la categoría de Actualidad, por dos fotos que dieron la vuelta al mundo.

En la primera se ve a una joven que acaba de resultar herida en los enfrentamientos entre policía y manifestantes en Estambul, en marzo de 2014.

En la segunda, el fotógrafo captó el instante exacto de un ataque aéreo contra posiciones del grupo Estado Islámico (EI) sobre una colina en Siria en octubre de 2014.

Bajo la nube de polvo y el fuego de la explosión, se ve la silueta minúscula de un hombre que trata de escapar a la muerte.

“Es el concurso de fotografía más prestigioso del mundo, era un sueño desde hace unos 10 años”, declaró Kilic a la AFP. “A veces, uno se va durante semanas, incluso meses. A veces, no se tiene ni comida, ni ducha, no se duerme. A veces, se arriesga la vida. Está bien comprobar que ese trabajo se valora”, añadió.