Los Museos Vaticanos han abierto por primera vez desde que se decretara el estado de alarma por la pandemia en Italia bajo estrictas medidas de seguridad para los turistas, como la necesidad de reservar cita previa o la obligación de llevar mascarilla durante la visita.

Además, se han instalado termómetros en las entradas para que los turistas puedan visitar las colecciones de arte de la Santa Sede, pero siempre evitando las aglomeraciones y respetando las distancias de seguridad mínimas para reducir el riesgo de contagio del coronavirus.

Según aclaró el español Fernando Vérgez Alzaga, secretario del Governatorato de Ciudad del Vaticano, el sistema de reservas permitirá “escalonar las entradas durante las horas de apertura”. Vérgez Alzaga añadió que los visitantes “deberán llevar mascarilla” y que “durante mucho tiempo, no será posible acoger grupos numerosos“.

También la Basílica de San Pedro del Vaticano ha abierto sus puertas a turistas y peregrinos después de aplicar una solución de cloro a las zonas más concurridas para desinfectarlas. La Guardia Suiza del Vaticano y los voluntarios de la Orden de Malta serán los encargados de regular los accesos al templo que, como el resto de iglesias en territorio italiano, cumplirán ciertas disposiciones, como la instalación de gel desinfectante de manos en las entradas o la obligación de usar mascarilla.

 

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